jueves, 22 de marzo de 2012

Día 16




-Aunque tengamos algún infectado entre nosotros os pedimos ayuda, no tenemos a donde ir.-Exclamó Jared.

-Os denegamos la ayuda. ¡Marchaos!-Gritó el hombre tras la reja.-Si no lo hacéis diré a mis hombres que comiencen a disparar.

-¡Un momento! –Interrumpí muy confiada.- Yo no haría eso. Nos necesita.

-¡Ja, ja! ¿Que os necesito?

-Si, nos necesita para salir de aquí.

-¡Tonterías! No sabes lo que dices chiquilla. Te habrás dado algún golpe en la cabeza. No me molestéis más.-Dijo alejándose de la verja.

-¡Tenemos la tarjeta electrónica!

El hombre se dio media vuelta y puso cara de asombro.

-Esa tarjeta.-Dije con voz pretenciosa-. Veo que sabe de lo que estoy hablando. Si quiere salir de este asqueroso planeta ha de hospedarnos en su bonito campamento.

-¿Y como sé que no mientes? Enséñamela.

-No soy ninguna tonta, si te la enseñara podrías arrebatármela y eso no va a pasar. La tarjeta está en un sitio seguro.

-Esta bien, os dejaré pasar.

Tras abrirse completamente las puertas, la persona con la que acababa de negociar acompañada de varios hombres salió al exterior, se acercó hacia mí y dándome la mano se presentó por primera vez-. Soy Oleg, bienvenidos a mi campamento.

-Mi nombre es María.

-Nos alegra que nuestra alianza haya sido posible. Yo soy el capitán Bradley.-Dijo el capitán acercándose a Oleg y brindándole su mano derecha.

-Solo hago tratos con la persona que tenga la tarjeta electrónica y es ella. Usted no me interesa por muy capitán que sea. A mi parecer el capitán de su grupo es María.

Bradley se puso colorado y bajo la mano avergonzado.

-¡Ja, ja, ja, ja, ja……ja!- Jared no paraba de reír emitiendo grandes carcajadas y señalando al capitán descaradamente.

-¿Tu de que te ríes?-Preguntó Bradley a Jared ofendido.

-Me río de ti, ¡ca-pi-tán!-Jared continuó riendo.

-Aunque no me considere capitán lo sigo siendo y tendrá que tratar también conmigo.-Dijo Bradley en un intento de recuperar su dignidad y el mando.

Oleg asintió.-Puede escuchar lo que le voy a decir a María.

-Un momento.-Interrumpió Jared-. Tú serás el capitán de tu campamento del que sólo quedan vivas cuatro personas incluyéndote a ti. Del campamento Liberty quedamos muchos más y en el, el que manda soy yo. 

-¿Liberty? ¿Sois Estadounidenses? –Preguntó Oleg.

-Si.-Respondió Jared.

-Ya veo.-Oleg se rascó su barba gris de varios días-. Entonces solo dejaré pasar al grupo de María, no nos hacen falta americanos en este campamento. Por si no se ha dado cuenta de nuestra enorme bandera, somos rusos.

-Yo creo que todos somos terráqueos.-Interrumpí tratando de mediar en un clima muy tenso.- Hace tiempo que mi grupo, que no se como se llama porque nunca fue mi grupo, sólo me colé en su nave, y el grupo Liberty hicimos una alianza, así que ahora somos un único grupo, somos el grupo “Tierra”.

-¿El grupo Tierra? Que nombre más feo se te ha ocurrido.-Dijo Dany que se encontraba a mi lado.

-¿Y este quien es?- Preguntó Oleg, molesto al haber tanta gente presente en una supuesta conversación privada.

-Es Dany, es de mi grupo.-Respondí.

-¿Grupo? ¿De que grupo? ¿Liberty o del otro? 

-¡Noooo!, es de mi primer grupo, se coló como yo.

-¿Pero cuantos grupos hay? –Gritó enfadado Oleg.-¡No me importa ni cuantos, ni quienes sois, solo quiero la maldita tarjeta electrónica! Os voy a hospedar en la zona más cómoda de todo mi campamento, ¡las celdas de castigo!-.Oleg se dirigió a sus hombres y dijo.-¡Encerradlos!


Eran muchos así que no pudimos hacerles frente, nos encerraron en unas gigantescas jaulas como si fuéramos animales.

-¿Habéis visto lo que habéis hecho?

-¿Nosotros? Fuiste tú la que te inventaste ese rollo del grupo Tierra.-Dijo Jared.

-Pero si tú y Bradley no hubierais peleado como gallitos, hubiera llegado a un trato con Oleg.

-De todas formas nos iba a encerrar aquí desde el principio.-Interrumpió Bradley.

-¿Por qué dices eso? Preguntó Dany.

-Recordad que tenemos infectados entre nosotros, no nos iba a dejar sueltos por su maravilloso campamento.-Bradley miró de reojo a Dany.

-No es seguro que tengamos infectados,  yo no creo que…

-Ya escuchaste a Oleg.-Interrumpió Bradley a Jared-. Él lleva más tiempo en este planeta y estaba seguro de que tendríamos algún infectado entre nosotros.

-Me niego a creer en infectados.-Intervino Ramírez que había estado escuchando nuestra conversación.-Sabéis que hice la autopsia a aquella infectada y yo no vi nada anómalo que indicara tal enfermedad.

-La enfermedad existe, eso es seguro.-Indicó Jared.

-Entonces es indetectable. No hay forma posible de saber quien está infectado y quien no.

-¿Estas seguro de eso Ramírez?-Preguntó Bradley.

-Si.


Llevábamos pocas horas en la jaula cuando Oleg apareció acompañado de dos hombres armados.

-Quiero hablar con María. Pero esta vez a solas.-Dijo Oleg mirando a mis compañeros.

-No me parece bien.-Respondió Bradley.-Tú llevas hombres armados, al menos ella debería llevar a uno de los suyos como protección.

-¿Protección? Sois mis prisioneros.

-No importa, quiero hablar a solas con él.-Miré a los ojos al capitán y le susurré-.No me pasará nada.

Me llevaron al único edificio de dos plantas del campamento, en el que horas antes había visto salir de él gente con batas blancas. Parecía ser el centro neurálgico, el lugar donde realizaban toda su investigación sobre los infectados, donde coordinaban la seguridad del recinto y desde donde Oleg dirigía. Entramos en un bonito despacho, sencillo pero elegante, los sofás parecían de piel y el escritorio de roble. Las paredes estaban adornadas con fotos de Oleg en la Tierra, acompañado de grandes personalidades, muy conocidas e importantes.

Oleg despidió a sus hombres y me invitó a sentarme en uno de sus cómodos asientos de piel.

-Por fin podemos hablar solos.

-Así es.-Le respondí.

-¿Dónde tienes la tarjeta electrónica?

-¿De verdad cree que se lo voy a decir?

-Mandaré que te registren si es necesario.

-No se moleste yo no la tengo. Mire creo que va por mal camino. A mi me gustaría que ambos nos beneficiásemos de la tarjeta y podamos salir de este planeta.

-Pero si vosotros tenéis la tarjeta, ¿para que me necesitáis a mí?-Preguntó Oleg confundido.

-La tarjeta era de nuestro piloto Michael y sólo él sabía como usarla.

-¿Michael? Creo saber quien es.

-Era, porque ya ha muerto. ¿Usted sabe como usarla?

-Si. Me enseñaron a utilizarla, como a todo piloto. Solo los de mayor rango o estatus social o económico podían poseer una. Michael era un hombre muy valiente y poderoso.

-No pensaría lo mismo  si hubiera visto su forma cobarde de morir.

-Entiendo.-Oleg permaneció callado tratando de asimilar aquello.

-¿Que ha decidido?-Le interrumpí.

-Estoy de acuerdo con el trato. Yo te diré como usar la tarjeta para salir de este planeta y tú a cambio me dejaras usarla.

Una gran sonrisa se dibujo en mi cara, lo había conseguido.-Hagamos los preparativos de inmediato, cuanto antes nos marchemos mejor.

-Un momento. No puedo hacer eso.

-¿Por qué no?-Pregunté contrariada.

-No pueden salir infectados de este planeta. Contagiaríamos a otros. Cuando sepamos con seguridad quien está infectado y quien no, nos iremos.

-Pero, eso es imposible de saber.

-Entonces no nos iremos nunca. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario