jueves, 29 de diciembre de 2011

Día 9



Era aún de noche cuando Samuel, Dany y yo nos encontramos en el pasillo Sur-10 del refugio. La luz roja auxiliar iluminaba siniestramente nuestros rostros y el gruñido de nuestros estómagos vacíos nos recordaba que llevábamos horas sin comer, para ser más exactos desde que nos enteramos que teníamos de menú Adrián en su salsa.

-Decirme que alguno de los dos tiene un plan para salir de este sitio.-Dijo Dany nervioso e impaciente.

-¿Ya no te parece maravilloso el refugio? –Pregunté sarcásticamente a Dany.

-¡Claro que no!, eso de que uno pueda ser el plato principal del día por robar algo al jefe, no me gusta.

-Realmente Adrián no le quitó nada al tal jefe.-Dije mirando de reojo a mis dos compañeros.

-¿Qué quieres decir?-Preguntó Samuel.

-Pues… que con ayuda de Pokito, fui yo la que robó al jefe del refugio y sin querer, cargó con las culpas Adrián.-Dije mostrando el brillante cuchillo en su funda de piel negra.

-¿Adrián ha muerto por tu culpa?- Preguntó Dany.

-¡Por mi culpa no!-Dije ofendida-. La culpa es del jefe que le ha convertido en carne con patatas.

-Al menos no sospechan de ti.-Indicó Samuel.

-Bueno.-Interrumpí-.Puede que Adrián les dijera algo sobre mí. Considerando que solo él y yo estuvimos en la armería, es lógico deducir que la autora del delito fui yo.

-Esto no pinta nada bien, tenemos que huir de aquí.-Dijo Dany mientras rebuscaba algo de un bolsillo interior de su enorme y oscuro abrigo.-No os lo he contado antes porque no me quería ir de aquí, pero ahora que si que quiero, puede que sirva de algo.-Terminó de decir mostrándonos su iPad 4.

-¿Aún conservas eso?-Pregunté asombrada.
 
-Nadie registró mi abrigo o si lo registraron y lo encontraron, no le dieron importancia a un objeto que ya nadie usa.-Respondió Dany subiendo los hombros.

-¿De que nos va a servir el iPad?-Preguntó Samuel.

-Llevo varios días escribiendo en mi blog y actualizando mi perfil.-Dijo Dany mirándonos a los ojos esperando que le entendiéramos.

-Yo pensaba que con el fin del mundo ya no funcionaba internet.

-Un momento… -Interrumpí a Samuel.-Si te has estado conectando a internet es porque tienes Wifi.

-Exacto.-Exclamó Dany.-He encontrado un punto de Wifi, y con este programita que tengo aquí sabremos las coordenadas del lugar que genera la señal. Solo tenemos que ir a la sala donde secan la ropa y desde allí podré calcular las coordenadas.

-Sigo sin entender porque necesitamos saber las coordenadas de un sitio que aún tiene Wifi.-Dijo Samuel.

-Porque esa conexión inalámbrica se llama “pájaro de metal” y creo que con ese nombre.-Dany hizo una pequeña pausa para darle más emoción a sus palabras-. Es donde despegan las misteriosas naves que llevamos tanto tiempo buscando.

-Creo que llevas razón.-Dije a mi amigo.-Es mucha coincidencia que haya una señal con ese nombre y por esta zona. Pero ¿Por qué tenemos que ir a la sala de secado?

-Porque solo tengo señal allí.

Tiré del brazo de Dany y corrí hacia la única sala de todo el refugio, desde donde podíamos conectarnos a la red. Mis amigos me siguieron aunque no entendían mis prisas. Abrí la puerta de la sala y encendí la luz. Multitud de sabanas, pantalones y camisas colgaban en cuerdas, convirtiendo la habitación en una especie de laberinto. Escruté cada palmo de la pared, cada grieta del suelo pero solo encontré unas rejas de acero que daban a una pequeña tubería de ventilación, desde la cual se veía la calle.

-Por aquí no podemos escapar. –Dije muy decepcionada-. Al ser el único lugar de todo el refugio con acceso a internet, pensé que habría una salida oculta o algo así, pero solo hay este diminuto agujero.-Señalé con el dedo índice la tubería. 

-¿Y no podemos romperlo?-Preguntó Dani.

-No creo que podamos y menos sin hacer ruido. –Respondió Samuel  acercándose a la tubería y palpándola con las manos-. Además es demasiado pequeña, no podemos salir por…

La puerta de la habitación de secado se abrió.

-¿Qué hacéis aquí, chicos?- Preguntó la mujer que había entrado por la puerta.

-¡Hola Ángela! Estamos… viendo las instalaciones más a fondo… queríamos familiarizarnos con el refugio ya que vamos a vivir aquí.-Dijo Dany mientras con una mano daba golpecitos en el hombro de Samuel y con la otra trataba de ocultar el iPad.

-¿No te mostré bien el refugio?

-No, digo si. Es que… -Dany se quedó en blanco, balbuceando vocales sin sentido y mirando a cada rincón de la habitación, como si alguna de aquellas sabanas blancas con pelotillas fuera a darle una bonita explicación.

-Fui yo el que insistí.-Intervino Samuel-. Es que no me acordaba bien de la disposición de todas las salas y pasillos, y siempre me perdía, así que pedí a mis dos amigos que me volvieran a enseñar el refugio.

Ángela nos miraba con recelo, escudriñando nuestros rostros para averiguar nuestras autenticas intenciones-. ¿Y tenía que ser tan temprano?

-Es que me daba vergüenza que alguien lo supiera, por eso les pedí que fuera tan temprano.-Dijo Samuel mientras Dany afirmaba con la cabeza.

-Debes saber que en el refugio nadie se va a reír de ti porque tengas un problema.-Dijo Ángela mirando a los ojos marrones de Samuel-. Ahora ir a desayunar, los rastreadores salís en una hora.

Hicimos nuestra ronda diaria de rastreo. No intentamos escapar a pesar de estar fuera del refugio, la magnifica puntería de los guardaespaldas había quedado ya demostrada en dos ocasiones y no queríamos terminar como el lobo o como el fugitivo. A la hora de comer removimos nuestros platos de carne con patatas con el tenedor, pero ninguno se atrevió a probar bocado. Tampoco hablamos, estábamos absortos  en nuestros pensamientos, tratando de encontrar un plan para nuestra huida.

Un ruido de sillas acompañado de un repentino silencio en el comedor nos hizo salir de nuestras reflexiones, y fijarnos en lo que pasaba a nuestro alrededor. El jefe se había acercado a nuestra mesa y nos miraba mientras se retorcía los pelillos del bigote.

-¿Quería algo señor?- Se atrevió a preguntar Samuel.

-Si. Tengo una duda sobre el perro.

-¿Sobre Pokito?- Pregunté muy seria.

-Si. Quiero saber si el perro puede encontrar cualquier cosa.

-Seguramente, pero antes tiene que saber como huele.

-Necesita saber su olor. Ya veo. –El hombre volvió a enrollar su bigote gris-. ¿Y que más sabe hacer el perro? ¿Sabría por ejemplo coger cosas?

Dany y Samuel me miraron nerviosos, esperando que no tuviera alguno de mis ataques de furia.

-¿No le entiendo señor?-Respondí pausadamente.

-¿Si podrías ordenarle que coja algo?

-No sabe hacer eso.-Respondí muy tensa.

-Vamos a verlo. Pide al perro que coja este objeto.-Dijo el hombre colocando en el suelo un cuchillo de similares dimensiones al que yo el día antes había pedido a Pokito que cogiera de la armería. Era tan parecida el arma, que hasta la funda de piel que lo cubría, parecía estar hecha de la misma vaca con la que habían hecho la funda del cuchillo que yo guardaba oculto en mi espalda.

Llamé a Pokito y este se acercó. Acaricié su peluda cabeza, dándole dos toquecitos con la mano y le susurré un “No me falles, chico”. Después señalé el objeto y dije en voz alta para que todos me oyeran:

-Pokito, cógelo.

Pokito se quedó inmóvil en el sitio, mirándome con sus grandes ojos marrones.

-Pídeselo otra vez.-Dijo muy serio el jefe del refugio.

Tragué saliva, Pokito no me había hecho caso la primera vez, pero no sabía que podía pasar si lo volvía a intentar. Señalé de nuevo el objeto y grité. -Pokito, cógelo.- Pero Pokito no se movió.

-Está bien, veo que tu perro no sabe coger cosas, podéis seguir comiendo.-Indicó el hombre.

Yo abracé a mi perro, felicitándolo por su buen trabajo.

-¿Como lo has hecho?-Me susurró al oído Dany.

-Dos toques en la cabeza, significan “estate quieto”, por eso no ha hecho caso a las otras ordenes.-Le respondí en su oreja derecha.

-Mañana quiero que vayáis a mi despacho.-Nos interrumpió desde lejos el jefe-. Tengo que hablar con vosotros de un asunto. Sigo teniendo ciertas dudas y creo que es mejor que las aclaremos a solas.

-Como usted quiera señor.-Dije poniendo cara de inocente, mientras él se acercaba de nuevo a nuestra mesa.

El jefe nos miró a los ojos uno a uno, para después observar nuestros removidos y llenos platos de carne con patatas-. No habéis probado nada, ¿no os gusta? ¿Le pasa algo a la comida? –Preguntó con una cierta sonrisilla maligna. 

-Oh no, la comida está exquisita.-Dije metiéndome a la boca un trozo de carne. Tras masticar y tragar la comida, le sonreí muy amablemente.

El hombre me miró con cara de pocos amigos, dándose media vuelta y saliendo del comedor.

-Tenemos que irnos hoy de aquí.-Dije en cuanto todo se había calmado.

-A mi no se me ha ocurrido nada para escaparnos y ¿a ti?- Me dijo Samuel.

-A mi tampoco. Creo que esta vez no podremos huir.-Dije dando un golpe en la mesa con el puño.

-Yo tengo una idea.-Respondió Dany-. Puede que funcione. Ese guardaespaldas que se ha quedado solo comiendo en aquella mesa, tiene turno de guardia esta noche. Quizás podrías proponerle que quedarais esta noche los dos solos, ya sabes.-Dijo Dany muy rojo.

-¿Quieres que ligue con el guardaespaldas del jefe?-Pregunté asombrada.

-Si, así esta noche con la escusa de la cita, le llevas un vaso de vino con somníferos y cuando se duerma nos escapamos.

Samuel y yo nos miramos, la verdad es que la idea era buena.

-Lo voy a intentar.-Dije levantándome de la mesa.

Caminé por la habitación, esquivando a la gente que se levantaba para repetir de la carne con patatas, hasta llegar a su mesa. Me quedé frente a él, inmóvil hasta que el forzudo armado se dio cuenta de mi presencia.

-Hola.-Le saludé nerviosa.

-Hola.-Me respondió, engullendo otro trozo de comida del plato.

-¿Esta noche tienes guardia, verdad?

-Si.-Siguió comiendo.

-He pensado que podemos quedar, tú y yo juntos, esta noche.

El forzudo paró de comer, mi propuesta le había pillado desprevenido y por sorpresa. Bajó la mirada hacia la mesa y me contestó-. Veras, eres una chica muy guapa pero…

“Pero”, “era una chica muy guapa”, era obvio que me iba a dar calabazas.

 -…pero a mi me gustan más los hombres gorditos.

-¿qué? –dije conmocionada.

-Que me gusta más tu amigo Dany. Pero no se lo digas a nadie.

-¡Ah! Claro no te preocupes, conmigo tu secreto está a salvo. Y en cuanto a Dany, has tenido suerte tú también le gustas. No te preocupes por mí, lo entiendo. Esta noche Dany irá a verte, ¿vale?

El guardaespaldas me sonrió y afirmó con la cabeza.

Por la noche teníamos todo preparado, los dos vasos de vino, los somníferos e incluso a Dany.

-No entiendo porque me toca siempre a mí.- Dijo Dany mientras nos dirigíamos a la puerta principal.

-Porque ha surgido así. Además si solo tienes que darle la copa de vino y ya está. Es fácil.- Dije entregándole las bebidas.-No te confundas con los vasos.

-Seguro que no es tan fácil.-Dijo mientras iba al encuentro de su cita.

Dany entró a una salita en la que se hallaba la puerta principal cerrada y custodiada por el guardaespaldas.

-¡Hola!-Sonrió Dany.

-¡Hola!-Dijo el hombre acercándose hacia él.

-He traído vino.

-¡Oh! Que bien.-El hombre dio un trago y continuó hablando-. Siéntate aquí y ponte cómodo.-Dijo señalando un viejo sofá a cuadros.

Dany se sentó y este a su lado, muy cerca de él.

-Nunca pensé que yo era tu tipo.-Dijo el hombre.

-Yo tampoco, quiero decir, que yo fuera tu tipo.-Carraspeó Dany muy tenso.

-Pero si eres un hombre muy atractivo.-Indicó el guardaespaldas.

-Bebe más vino, bebe.-Dijo Dany, arrimándole la copa.

El fornido hombre volvió a beber vino de su copa, pero no parecía hacerle efecto.

-Son tiempos difíciles y más difícil es aun encontrar a alguien.-Dijo acercándose a Dany.

-Si.-Respondió este alejándose un poco, no tenía nada en contra de los gais, pero que trataran de besarlo eso era otra cosa.  

-Pareces un chico muy tímido.-Dijo el guardaespaldas acercándose de nuevo a él.

Dany se puso tan nervioso que no sabía que hacer. No podía golpearlo para dejarle inconsciente porque era mucho más alto y fuerte que él, y los somníferos no estaban haciendo efecto. ¿Que hacía? Necesitaban escapar esa noche. Solo le quedaba como opción, seguirle la corriente hasta que se durmiera o a sus amigos se les ocurriera algo.

El hombre se aproximó aun más a él, Dany ya no le esquivó, estaba dispuesto a todo por salvar su vida o casi todo. Entonces el hombre se balanceó y tocándose la frente dijo:

-Tengo sueño. –Quedando inmediatamente después totalmente dormido encima de Dany.

-Bien hecho dandi, quiero decir Dany.-Dije a mi amigo riéndome.

-Vámonos de aquí y dejémonos de bromas.-Me respondió quitándose de encima al forzudo.

Abrimos la puerta con mucho cuidado de no hacer ruido pero aun así, en cuanto pisamos la calle corrimos lo más deprisa que pudimos guiados por la aplicación del iPad de Dany.

Cuando solo llevábamos unos diez minutos corriendo, paramos. Un enorme edificio de hormigón protegido por unas vallas metálicas nos hizo detenernos. Dany miró la pantalla de su iPad y dijo:

-Hemos llegado.

9 comentarios:

  1. Acabo de pasarme por la blogoteca y tu blog me ha parecido el mas original de tu categoria. Tienes un voto y un nuevo seguidor, un saludo.

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  2. Gracias por tu comentario y tu voto. Me alegra tener un seguidor más. Suerte y Feliz 2012.

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  3. Buenísimo to blog y la historia !!!..te dejo mi voto !! (Compito en otra categoría, pero si te interesa, espero el tuyo !!! abrazo desde Argentina http://lablogoteca.20minutos.es/wine-mdq-26018/0/

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  4. Me alegra que te guste la historia. Gracias por tu voto, tendré en cuenta tu blog de vinos cuando vote. Saludos!!!

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  5. Hola!! Te vi en el foro y pasé a cpnocer tu pequeño rincón!!! He esyado leyendo esta entrada y tienen muy buena pinta....
    Tengo que marcharme ahora a trabajar, pero me lo guardo en favoritos, y a la vuelta leeré las anteriores....

    Mucha suerte en el concurso!!! Yo también participo por primera vez!!
    Mucha suerte y un saludo!!

    Xipo "en el mundo perdido" - Participante en la categoría de "viajes"

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  6. Esta historia me ha dejado enganchada desde el principio aunque eso si, eso de comer humanos como que me dio asquito al principio :)

    Besos.
    Mar

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  7. Gracias por vuestros comentarios y por seguir mi historia.

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  8. Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!

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  9. Ok, pasate cuando quieras y feliz 2012 a ti también.

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